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Cómo calcular la rentabilidad de una reparación frente a la sustitución

Cuando un dispositivo electrónico falla surge la duda: ¿merece la pena repararlo o es mejor sustituirlo por uno nuevo? Para un SAT, responder rápido y con argumentos claros genera confianza en el cliente y optimiza el negocio.


1. Coste de la reparación

Se calcula sumando:

  • Mano de obra: tiempo estimado x tarifa/hora.
  • Repuestos: originales, compatibles o reacondicionados.
  • Costes adicionales: envío, pruebas, consumibles.

Ejemplo: reparar la placa de un portátil puede costar 80 € en mano de obra + 40 € en piezas = 120 €.


2. Valor de sustitución

Es el precio de un equipo nuevo con prestaciones similares. Aquí es importante no comparar “nuevo de gama alta” con “viejo reparado”, sino buscar equivalencia en uso y características.


Ejemplo: un portátil nuevo equivalente cuesta 450 €.


3. Criterio de decisión

Una regla práctica es la regla del 40 %:

  • Si la reparación cuesta menos del 40 % del valor de sustitución, suele ser rentable.
  • Si supera ese umbral, hay que valorar la edad del equipo, su vida útil y el impacto medioambiental.

Ejemplo: 120 € / 450 € = 26 %. Reparar es claramente rentable.


4. Factor ambiental y emocional

Más allá del coste, reparar evita que el aparato se convierta en RAEE (residuo electrónico) y prolonga su vida útil. Además, muchos clientes valoran conservar sus datos, programas y configuraciones.


Conclusión

Calcular la rentabilidad es sencillo si se comparan costes reales de reparación con el valor de sustitución. La reparación suele ganar cuando está por debajo del 40 %, pero también aporta valor ambiental y genera confianza en el cliente.

👉 Antes de desechar tu equipo, consulta con nuestro SAT y descubre si reparar es la mejor opción.

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